
Pastelería Damasco nació en el corazón de Cerro Placeres con una receta familiar, una batidora heredada y el sueño de una madre por endulzar momentos importantes.
Hoy, seguimos trabajando con las mismas manos, el mismo cariño y la pasión por la repostería casera.
"En cada porción hay una historia, un recuerdo y el amor de una familia que hornea con el corazón."

Cada torta que ves en nuestras vitrinas fue hecha a diario con ingredientes seleccionados, sabores auténticos y respeto por la tradición.
No vendemos solo dulces: compartimos recuerdos, celebraciones y amor por el detalle.